Ficha Técnica:Año: 2014
Estudio: A-1 Pictures
Categoría: Seinen
Nº de Capítulos: 25 (contando el episodio 14.5)
Nota: 7.5
Argumento:
En el año 2022, el videojuego de rol multijugador masivo en línea de realidad virtual (VRMMORPG) Sword Art Online(SAO) es puesto en venta. Con el Nerve Gear, un casco de realidad virtual que estimula los cinco sentidos del usuario a través de su cerebro, los jugadores pueden experimentar y controlar a sus personajes dentro del juego con sus mentes. Pero un acontecimiento inesperado se produce el 06 de noviembre de 2022 (primer día de inicio del servidor) cuando Akihiko Kayaba, el creador de SAO, impide a los jugadores hacer log out (cerrar sesión). Akihiko les propone un reto, si quieren ser libres y salir del juego, deben llegar al piso 100 de la torre del juego y derrotar al jefe final. Sin embargo, si sus avatares mueren en el videojuego, también lo harán sus cuerpos en el mundo real, lo mismo ocurre si se extrae el Nerve Gear de cualquier jugador a la fuerza. Kirito, que es un "BetaTester", es decir, un jugador que probó la versión beta del juego, está decidido a llegar al piso 100 y alcanzar la libertad. Ahora tendrá que pasar cada nivel o cada piso sin morir, con la ayuda de amigos que conocerá mientras la historia es desarrollada. (de Wikipedia)
Opinión:
SAO II es una de las secuelas más esperadas de 2014 y si bien hay evidentes mejoras en comparación con la temporada anterior, aún falta un poco de trabajo con el guión para que esta historia pueda aprovechar todo su potencial.
La serie se dividen en tres arcos argumentales bien marcados. La primer parte es más profunda y consistente que las otras dos pero por momentos Kirito pierde protagonismo frente a su compañera de batalla Sinon. El primer capítulo es bastante lioso pero finalmente aparecen los fantasmas y traumas dejados por SAO que con tanta ansia he estado esperando ver. Kazuto no sólo estuvo encerrado en un juego por dos años sino que también ha asesinado varias personas para poder proteger a los que ama y mantenerse con vida. Eso ha de dejar alguna huella.
Finalmente la tercera parte busca volver a sus orígenes al centrarse en la batalla con uno de los jefes en el castillo de Aincrad. Este arco es el más emocional de la temporada y en mi opinión el único en toda la historia que logra involucrar afectivamente al espectador.
Kirito sigue siendo un personaje bastante estereotipado pero evoluciona gratamente a medida que avanzan los capítulos. Asuna es dejada de lado durante tres cuartos de la serie para finalmente lucirse un poco en los últimos episodios pero hay tantas oportunidades donde su opinión habría sido interesante (ella también estuvo en SAO y también ha asesinado por el bien de los demás) que es frustrante ver como avanzan los capítulos sin su intervención. Leafa, Silica y compañía no aportan nada en absoluto a la trama. Bien podrían no haber estado en la historia y la serie sería la misma. Sinon es una adición interesante al grupo pero reitero lo dicho anteriormente, habría sido más productivo que Asuna hubiese ayudado a Kirito en vez de un personaje nuevo.
La animación es incluso mejor que en la temporada pasada donde los colores y efectos especiales estaban manejados de forma sublime al igual que las escenas de veloces batallas.
Yuki Kajiura nos sorprende nuevamente con una banda sonora acorde a la historia pero que logra sobresalir y llamar gratamente la atención. Los openings y endings están bien elegidos pero no se alejan demasiado de lo visto en la primer temporada.
En conclusión, SAO II logra arreglar algunos de los errores vistos en la parte anterior. Finalmente Kirito enfrenta las consecuencias del videojuego donde estuvo atrapado y toma decisiones sobre su futuro. Evoluciona. Sin embargo Asuna sigue siendo un personaje más del grupo de amigas del protagonista desaprovechando de esta manera su increíble potencial y tratando de redimirla sólo al final. Esta temporada me ha gustado y decepcionado por igual. Sin embargo ha logrado dejarme con ganas de más gracias a ese cautivador final. No es la mejor continuación pero tampoco ha estado tan mal.
